Un grupo de venezolanos residentes en Argentina aprovechó la confirmación de que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, viajará a Buenos Aires para la cumbre de la CELAC para radicar una denuncia por violación de los derechos humanos y pedir su declaración indagatoria, reseña El Clarín.
«Uno de mis representados fue detenido en su residencia sin orden judicial por agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin); quienes luego de hurtar numerosos bienes de su propiedad, lo amenazaron con armas de fuego y golpearon reiteradamente para que diera los nombres de sus compañeros de trabajo», dice el escrito del abogado que hizo la presentación judicial.
Es una de las varias historias de sus representados que incluyó el letrado en el pedido.
«Fue trasladado a un centro de detención donde permaneció incomunicado, sin derecho a un abogado y sin saber porque motivos lo habían detenido. Fue brutalmente interrogado por Carlos Calderón, Comisario Director del Sebin, quien ordenó el ejercicio de violencia y torturas en su contra», agregó el letrado, quien aseguró que mantiene en reserva el nombre de sus defendidos por temor a posibles represalias.
No solo remarca que las condiciones de detención «constituyeron otra forma de tortura», sino que sobre otro defendido remarca que «efectivos policiales le dispararon repetidamente; recibiendo impactos de perdigones en la espalda y cabeza».
«La prueba de los hechos es abrumadora si se consideran los documentos aportados y toda aquella resultante del informe expedido el 27 de septiembre de 2019 por la Misión internacional independiente designada por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas», destacó el abogado Tomás Farini Duggan.
El tercer y más reciente informe de esa Misión fue categórico a la hora de identificar los patrones de conducta en los métodos de tortura utilizados por funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), tanto por hombres como mujeres, contra las personas detenidas.