El papa Francisco aseguró este lunes que Irán no puede utilizar la pena de muerte como una justicia de Estado. Lamentó lo que ha ocurrido en ese país después de las manifestaciones que piden un mayor respeto por la dignidad de las mujeres.
“La pena de muerte no puede utilizarse para una presunta justicia de Estado, puesto que esta no constituye un disuasivo, ni ofrece justicia a las víctimas, sino que alimenta solamente la sed de venganza”, dijo en su tradicional discurso de comienzos de año ante el cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede.
“Hago, por tanto, un llamamiento para que la pena de muerte, que es siempre inadmisible pues atenta contra la inviolabilidad y la dignidad de las personas, sea abolida de las legislaciones de todos los países del mundo», añadió.
Irán suma ya 16 condenas a muerte y 4 ejecuciones en un intento de detener las protestas que sacuden el país desde septiembre pasado. Eso, pese a los llamamientos internacionales para que anule las sentencias de manifestantes.
Tras la fuerte represión policial que ha provocado cerca de 500 muertes y casi 20.000 detenidos desde la muerte el 16 de septiembre de Mahsa Amini, los tribunales no paran de emitir sentencias en unos juicios.
Amnistía Internacional ha calificado esos procesos como farsas.
La muerte de Amini luego de su detención por no llevar bien el velo islámico ha desatado unas protestas en las que se pide el fin de la República Islámica, protagonizadas por jóvenes y mujeres al grito de “mujer, vida, libertad”.
Las últimas tres sentencias a muerte las anunciadas este lunes, solo dos días después de la ejecución de dos presos que provocó fuertes críticas internacionales.
EFE
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