Los primeros extractos del libro de memorias del duque de Sussex están causando estragos después de que el tabloide The Sun haya conseguido hacerse con un ejemplar que supuestamente se ha publicado por error en España antes de tiempo. Por lo que ha trascendido hasta ahora, en el libro Harry desvela que su hermano mayor y él siempre fueron conscientes de que Camilla Parker Bowles era la «otra mujer» y a pesar de ello accedieron a reunirse con ella antes de que se uniera oficialmente a la familia.
A los dos les preocupaba que ella pudiera acabar convirtiéndose en el estereotipo de «malvada madrastra» porque eran conscientes del papel había jugado en la infelicidad de su propia madre, la princesa Diana, desde su enlace con su padre hasta su muerte en un accidente de coche. Sin embargo, estaban dispuestos a perdonarla «de corazón» si Camila demostrar ser capaz de hacer feliz a Carlos. La única condición que pusieron entonces fue que su relación quedara ahí.
«Vimos que, como nosotros, él tampoco era feliz. Podíamos reconocer las miradas ausentes, los suspiros vacíos, la frustración siempre visible en su rostro», desvela en su nuevo libro de memorias. «Guillermo y yo prometimos a nuestro padre que acogeríamos a Camilla en la familia. Lo único que pedimos a cambio es que no se casara con ella. Le suplicamos: No hace falta que te cases por segunda vez».
El actual monarca no les respondió, pero poco después se dieron cuenta de que había puesto en marcha una campaña para ganarse a la opinión pública con el objetivo de casarse y que Camilla fuera algún día reina. Harry compara la experiencia de encontrarse por fin cara a cara con su futura madrastra con la preparación mental antes de recibir una inyección. «Esto no es nada. Cierra los ojos y ni siquiera lo sentirás».
Su relato no deja en demasiado bien lugar a Camila, porque la retrata como una mujer interesada en ganarse el visto bueno con las figuras de la monarquía que pudieran allanarle el camino hacia el altar y no en establecer una auténtica relación con los hijos de su pareja. Su interacción fue, en opinión de Harry, «una mera formalidad», aunque sí que mantuvieron una pequeña charla sobre caballos, y sostiene que más tarde Camila fue la responsable de filtrar a los medios detalles de una conversación privada que él había mantenido con Guillermo.
«Ninguno de nosotros estaba particularmente preocupado por la opinión que pudiera tener el otro. Ella no era mi madre y yo no era su mayor obstáculo, en otras palabras, yo no era el HEREDERO», añade.
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